El impacto del entorno externo juega un papel importante en la determinación de la vida útil de los VFD. Factores como el calor, el polvo y la humedad pueden reducir su eficiencia. Las altas temperaturas o los desechos pueden dañar su VFD. Gestionar estas condiciones ambientales garantiza un rendimiento óptimo y una mayor durabilidad.
Coloque los VFD en espacios frescos y ventilados para evitar el sobrecalentamiento. Esto los mantiene funcionando bien y durando más.
Limpie y revise los VFD con frecuencia para eliminar el polvo y el agua. Hacer esto puede evitar daños y ahorrar en reparaciones.
Elija la cubierta adecuada para su VFD según su ubicación. Las buenas cubiertas lo protegen del polvo, el agua y el calor o frío extremos.
La temperatura afecta el funcionamiento de los variadores de frecuencia (VFD). Demasiado calor puede dañar las partes internas, haciendo que se desgasten más rápido. Si la temperatura alrededor del VFD es demasiado alta, puede sobrecalentarse. Esto puede hacer que se apague con frecuencia o incluso se rompa permanentemente. Para evitar esto, mantenga los VFD en lugares frescos con buena circulación de aire. Por ejemplo, colocarlos en habitaciones con aire acondicionado ayuda a prevenir el sobrecalentamiento. Permitir que el aire circule libremente alrededor del VFD también lo mantiene fresco y funcionando por más tiempo.
Demasiada humedad en el aire puede dañar los VFD. El agua puede entrar y oxidar las partes, haciendo que dejen de funcionar correctamente. En lugares sucios, la humedad mezclada con tierra puede causar aún más daño. Para proteger los VFD, use cubiertas especiales que eviten la entrada de agua. Mantener el aire seco alrededor del VFD también ayuda a que funcione mejor y necesite menos reparaciones.
El polvo y las partículas pequeñas pueden entrar en los VFD y dañar sus partes. Esto puede causar cortocircuitos o hacer que el VFD se sobrecaliente. En áreas sucias, este problema empeora. Un VFD polvoriento puede no enfriarse adecuadamente, lo que lleva a fallas. Usar cubiertas cerradas y limpiar con frecuencia puede mantener el polvo alejado. Estos pasos ayudan a que el VFD funcione mejor y dure más.
Las sacudidas o vibraciones pueden acortar la vida útil de un VFD al aflojar sus partes. Una mala instalación o cargas desequilibradas suelen causar este problema. Para solucionarlo, asegúrese de que el VFD esté instalado correctamente y equilibrado. Usar soportes que absorban la vibración también puede ayudar.Reducir la vibración hace que el VFD sea más confiable y ayuda a que dure más.
Elegir la cubierta adecuada mantiene su VFD seguro. En lugares difíciles, considere humedad, temperatura, altura, luz solar y calidad del aire. Las cubiertas deben proteger pero también permitir la circulación de aire. Si están selladas demasiado herméticamente, el calor queda atrapado. Las cubiertas pequeñas pueden causar sobrecalentamiento en ciertas áreas. Elija cubiertas que coincidan con la clasificación de temperatura y las necesidades de su VFD.
El cuidado regular mantiene su VFD funcionando bien y evita problemas. Revise semanalmente en busca de ruidos extraños o problemas. Limpie o cambie los filtros mensualmente en las rejillas de ventilación o deshumidificadores. Una vez al año, limpie todo, revise las partes y pruebe el bus de CC. Limpie las rejillas de ventilación y los paneles con frecuencia para evitar la acumulación de polvo. Las revisiones eléctricas aseguran que el sistema siga siendo confiable.
Los sistemas de monitoreo ayudan a que los VFD funcionen mejor y ahorren energía. Controlan las velocidades del motor de manera suave, reduciendo el estrés en las partes. Esto hace que el VFD dure más y necesite menos reparaciones. Al ajustar la velocidad del motor para que coincida con la demanda, el uso de energía disminuye. Esto ahorra dinero y ayuda a conservar energía.
Colocar su VFD en un lugar seguro ayuda a que dure más. Los espacios controlados gestionan mejor el calor, evitando el sobrecalentamiento y los daños. Un buen control del calor mantiene el VFD funcionando como está diseñado. Los espacios no controlados lo exponen al polvo, el agua y los cambios de temperatura. Estos pueden afectar el rendimiento y requerir más reparaciones. Monitorear la humedad, la temperatura y la calidad del aire en espacios controlados mantiene el VFD funcionando bien.
El sobrecalentamiento a menudo hace que los variadores de frecuencia (VFD) fallen. Cuando el aire alrededor de un VFD se calienta demasiado, sus partes pueden romperse rápidamente. Por ejemplo, una fábrica tuvo muchas fallas de VFD debido a una mala circulación de aire. El calor se acumuló y dañó partes importantes en el interior. Lo solucionaron agregando mejor refrigeración y revisando los problemas de calor con frecuencia.
Demasiado calor también puede causar oxidación y hacer que el VFD funcione mal.La alta humedad lo empeora al permitir que el agua entre. Esto puede provocar problemas eléctricos y más daño. Para evitar el sobrecalentamiento, mejore la circulación de aire, use ventiladores de refrigeración y mantenga el VFD en el rango de temperatura correcto.
El polvo y la suciedad pueden dañar el funcionamiento de un VFD. En lugares polvorientos, las partículas pueden bloquear el flujo de aire y hacer que el VFD se caliente demasiado. La acumulación de polvo también puede causar problemas eléctricos que arruinan el VFD.
Por ejemplo, una planta de tratamiento de agua tuvo muchos problemas con los VFD debido al polvo y el aire húmedo. Lo solucionaron sellando el VFD y usando deshumidificadores. Limpiar el VFD con frecuencia también ayudó a evitar fallas. Para proteger su VFD, use cubiertas diseñadas para áreas polvorientas y límpielo regularmente para mantenerlo funcionando bien.
Los VFD en entornos difíciles necesitan cuidado adicional. El calor extremo, las sacudidas y el aire sucio pueden acortar su vida útil. Para manejar estos problemas:
Asegúrese de que el aire pueda fluir libremente alrededor del VFD.
Agregue herramientas de refrigeración como ventiladores o intercambiadores de calor.
Use VFD con características especiales para manejar el calor.
Coloque el VFD donde no se sacuda demasiado.
Una buena configuración y cuidado regular son muy importantes. Por ejemplo, usar soportes que absorban las sacudidas puede evitar que las partes se aflojen. Revisar el VFD con frecuencia mantiene las partes ajustadas y funcionando bien. Estos pasos ayudan a que el VFD dure más y funcione mejor.
El entorno externo afecta significativamente el funcionamiento y la durabilidad de los VFD. Factores como el calor, el polvo y las sacudidas pueden dañarlos. Una mejor circulación de aire y revisiones regulares pueden prevenir la mayoría de los problemas. Gestionar estos factores ayuda a que los VFD funcionen bien y duren más.
Los VFD funcionan bien entre 32°F y 104°F (0°C a 40°C). Mantener la temperatura estable en este rango evita el sobrecalentamiento y ayuda a que dure más.
Limpie su VFD cada 3 a 6 meses. Si está en un lugar polvoriento, revíselo y límpielo con más frecuencia para evitar que el polvo cause problemas.
Sí, pero necesita una cubierta resistente a la intemperie. Use una cubierta con clasificación NEMA Tipo 3R o superior para protegerlo de la lluvia, el polvo y el clima extremo.
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